miércoles, 4 de noviembre de 2009

Entre Columnas

El Coatepec que no queremos

Martín Quitano Martínez
mquitanom@hotmail.com

Los coatepecanos somos sin duda un pueblo orgulloso de su municipio y de sus características, de su naturaleza envidiable, de sus construcciones y tradiciones; somos un pueblo que se siente orgulloso de si mismo, de su gente.
Sin embargo hemos venido observando, como algunas de esas cosas que nos dan identidad y orgullo se van alejando de nosotros, siendo grotescamente atacadas por intereses mezquinos que anteponen las retribuciones monetarias, los alcances políticos ó ambos, sin escrúpulos de ninguna naturaleza.
En concordancia con las condiciones que prevalecen en la mayor parte del país, desde el ejercicio de las administraciones públicas ha prevalecido el desdén para con la protección medioambiental y la búsqueda y construcción de alternativas reales de desarrollo, abandonando y desestimulando el fortalecimiento de una mas amplia y mejor cultura democrática, al encubrir con discursos la opacidad en lugar de establecer verdaderos mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. En Coatepec esto no ha sido distinto. La visión corta, intereses y prejuicios de los gobiernos estatales y municipales, ha empujado a Coatepec a un proceso de abandono y deterioro.
El “rescate” de Coatepec como Pueblo Mágico ha supuesto esencial y casi únicamente, el discutible embellecimiento del centro histórico, como acciones que no derivan de una visión integral de la problemática de la ciudad y sus comunidades.
La falta de planeación, de respeto histórico y la evidente omisión al cumplimiento de la normatividad existente, han generado las condiciones suficientes para “atender” las necesidades y problemas, con respuestas o acciones de corto plazo, que en ocasiones demeritan, comprometen o cancelan la sustentabilidad urbana o regional de Coatepec.
Por otra parte, la apatía y la ignorancia de la ciudadanía se han vuelto moneda de lucro para los afanes de las nomenclaturas del poder; políticos locales y estatales que consideran a la población como carne de cañón para su toma de posiciones, no se ven obligados a presentar ideas o proyectos, es mejor, más fácil y más eficiente el “convencimiento” con las despensas, el compromiso fatuo, o el dinero que todo lo puede y todo lo compra. Mentiras y promesas de siempre, que aceptadas ó ignoradas dan el resultado esperado, la conquista del poder con la sonrisa y la satisfacción del deber cumplido.
60 de cada 100 coatepecanos en edad de votar no lo hacen, recluidos en su indiferencia, justificados por el asco o la inutilidad de tratar con los “políticos”, acompañados por la desconfianza, evitan participar de la vida ciudadana y dejan pasar, mientras los mismos de siempre se aprovechan aún más, roban aún más, destruyen aún más, mienten sin ningún problema, preocupados por su futuro inmediato, la elección viene.
El escenario político por venir no vislumbra ningún cambio, tal parece que se jugará como siempre, con el dinero y la compra como santo y seña, con el manejo indiscriminado de recursos públicos y su falta absoluta de propuesta. Los que se anuncian como aspirantes a administrar Coatepec desde las fuerzas predominantes, lo son sin más idea que la reproducción del populismo, usando nuestro territorio y nuestros recursos de manera irresponsable.
El Coatepec que no queremos, es ese que permita la continuidad a más de lo mismo. Las razones para estar en desacuerdo con estas inercias están a la vista, gobiernos ineficientes van y vienen, acabando con los sueños de un Coatepec del que siempre podamos estar orgullosos.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
Coatepec es mucho más que el Delegado de Tránsito y su padrino.

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