Sin retorno

**se aprestan oponentes
ante debilidad de la propuesta priista

Por Francisco Villalobos

Los partidos de oposición al Revolucionario Institucional se aprestan a tratar de ganar la gubernatura del Estado de Veracruz en el proceso electoral que habrá de tener lugar el próximo año, y en el que también se elegirán presidencias municipales y diputaciones locales, por lo que ya grupos y organizaciones se preparan para proponer a sus mejores cuadros.
Las tribus perredistas continúan inmersos en su canibalismo y por evitar la dentellada amiga no reparan en como se van quedando rezagados en la intención de posicionar en el imaginario popular a sus prospectos, delantera que les llevan partidos como Acción Nacional y Convergencia.
Por lo que toca al PRI, este ya tiene repartidas todas y cada una de las candidaturas posibles para el próximo año, y para algunas hay hasta veinte o más aspirantes, por lo que la puja de los millones iniciará en breve a ver quién ofrece más por la nominación, por ser elegido el abanderado del tricolor.
Las presidencias municipales son las más peleadas, por la cierta autonomía que ello representa en el manejo de los recursos públicos, y que les permitirían a los que llegaran a aganar la elección recuperar su inversión en poco tiempo y por supuesto la gubernatura, que es la cereza del pastel.
Muchas manos se anotan para dar el manotazo y quedarse con la preciada frutilla, ante la suma de debilidades que presenta Javier Duarte de Ochoa, el virtual candidato del tricolor al Gobierno de la entidad, a quien sus adversarios tanto al interior de su instituto político como en los vecinos siguen sin encontrarle la cuadratura.
Así, ante rival tan débil, Dante Alfonso Delgado Rannauro, el Senador convergente vela armas y en noviembre –anunció- realizará una consulta pública, un sondeo, para conocer cómo se encuentra posicionado entre el electorado veracruzano y decidir si por segunda ocasión contiende por la gubernatura estatal.
Por otra parte, el casi candidato de Acción Nacional, Miguel Ángel Yunes Linares, buscará su afiliación definitiva a ese partido y buscar la nominación.
Ante ellos, en verdad, nada tiene que hacer Duarte de Ochoa, los opositores tienen muchas cosas de las cuales carece el cordobés: liderazgo, dominio de la tribuna, conocimiento de la entidad y de su devenir histórico y político, voz y recursos retóricos que ni de chiste sabe que existen.
Lo único a su favor, si finalmente él llega a ser el candidato es la estructura del PRI y el efecto Fidel, que todavía le pueda permitir lograr arrebatarles el triunfo a sus contrincantes, porque en imagen y liderazgo, los otros se lo comen de un bocado.
Por lo que si sería importante empezar a foguear a otro aspirante ‘B’ con mayores méritos y recursos, que le puedan garantizar un triunfo al proyecta continuista de la fidelidad.
El senador Dante Delgado Ranauro realizará una consulta pública para definir su "proyecto" con miras a buscar la gubernatura de Veracruz una vez más y aclaró que lo hará totalmente desligado del actual mandatario, Fidel Herrera Beltrán.
El legislador de Convergencia, y líder moral a nivel nacional de ese partido, ya prepara su candidatura por segunda vez consecutiva. En este sentido, aclaró que no hará alianzas con los partidos políticos que no se definen dentro de la izquierda política.
Por tal motivo quedó descartada una alianza formal con el PRI y el PAN, y aprovechó para disuadir los rumores que lo colocan como aliado de Fidel Herrera para dar continuidad al actual gobierno de Veracruz.
Anunció que en noviembre realizará dicha consulta pública para buscar el aval popular a su candidatura, y con base en los resultados obtenidos -dijo- decidirá si va o no por la gubernatura.
Dante Delgado aprovechó además para fincar su postura sobre el cierre de la empresa pública Luz y Fuerza del Centro, una acción que más ser un golpe mediático que una solución congruente.
Dijo que el presidente Felipe Calderón "no tiene visión de estado" y "está acorralado por sus propias decisiones", además de que advirtió que el país se le está saliendo de las manos, lo cual implica un inminente riesgo de estallido social.