miércoles, 16 de septiembre de 2009

EDITORIAL

Los problemas financieros han sido tratados de forma diferente por cada ayuntamiento que fue víctima de los recortes presupuestales del Gobierno Federal.
Por ejemplo, en el caso de la región de Coatepec y los municipios asentados en las faldas del Cofre de Perote, las estrategias fueron diferentes.
En Coatepec, se recurrió a medidas de recorte a partidas de operación interna; aunque no se recurrió a recortes de personal, sí hubo restricciones durísimas a los gastos de operatividad.
Manejos políticos con acreedores, acuerdos a mediano plazo con proveedores y mucha labia, han logrado contener la crisis.
En Xico, las medidas fueron más agresivas: inició con un recorte del 30, luego del 40 y por último del 50 por ciento a los salarios de los trabajadores de confianza.
Al no ser suficiente, hubo escaladas de "vacaciones forzosas". Durante varias quincenas se turnó a personal para que descansara, y así ahorrar el salario devengado.
En Teocelo, las medidas fueron atacadas deteniendo inversiones y Obra Pública. Lamentablemente tampoco alcanzó eso, y entonces el municipio ha venido a menos, cayendo en un bache económico bastante grave que impidió incluso una celebración digna este 15 de septiembre.
Aunado a ello, ha trascendido que la Cuenta Pública municipal, no se ha entregado al Congreso, con un retraso de al menos seis meses.
Cosautlán, es uno de los municipios que en esta administración, simplemente no ha realizado ninguna inversión.
Ello ya es notorio ante la sociedad, y la justificación que se da en los últimos meses, es que la crisis afectó.
La realidad es que no hubo un proyecto de Gobierno desde el inicio, y el recurso que llega tanto por parte del Estado, como por parte de la Federación, contando también con el que llega a las arcas locales, se ocupa en gastos de operación, principalmente nómina.
Ixhuacán de los Reyes es una copia fiel de lo anterior, en donde los recursos son casi ocupados íntegramente para pagar la nómina municipal.
En donde sí se ha echado mano de la estrategia es en Ayahualulco, en donde no hubo recortes de personal, no hubo afectaciones mayores a la estructura municipal, aunque sí un ajuste muy marcado en materia de gasto interno.
Perote es un municipio que por una parte, se ha dedicado a sobrellevar a muchos proveedores; su tesorera, una joven inexperta, y a quien califican de prepotente, en plena identificación con un servidor público cercano al alcalde de apellido Alcázar, han hecho muchos movimientos económicos extraños, por decir lo menos, de los recursos municipales, que desde antes de la crisis, ya presentaban problemas, por ejemplo en febrero de este año, en que una quincena se loquisó casi al final de la siguiente, mientras el presidente municipal, estrena al menos cada año, camionetas de medio millón de pesos de valor.
Las Vigas de Ramírez, Villa Aldama, Rafael Lucio y Acajete, son municipios que solo reciben recursos para pagar nómina; no hay mayor inversión ahí, ni expectativas de desarrollo o crecimiento, debido a que la clase política dominante, del Partido que sea, siempre resulta ser la que encabeza los cacicazgos sociales, que en pleno siglo XXI, siguen tan activos como siempre.
En donde existe una intención de hacer algo, es en Jilotepec, en Naolinco y Acatlán, en donde los alcaldes, dos del PRI y uno de Convergencia, buscan destacar en un ambiente de política dura, buscando desarrollo social, y con ello, garantizar su estadía en el mundo político local.

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