jueves, 3 de septiembre de 2009

EDITORIAL

En lo correspondiente a las acciones y Obras emprendidas por el ayuntamiento de Xalapa, se han mezclado las críticas con la denostación y el ataque.
Se ha maximizado el señalamiento de que Xalapa está hecha un caos, lo cual, visiblemente es cierto.
Sólo que ese caos es producto de los trabajos de construcción de varias obras que son prioritarias y necesarias para los capitalinos.
Por ejemplo, el distribuidor vial Plaza Crystal y el puente Pípila, mejorarán de forma vital los problemas de tráfico de los conductores, vecinos de más de 40 colonias aledañas a la avenida Lázaro Cárdenas.
Con ello, no se encuentran acciones u obras que se estén realizando, que no tengan la expectativa de mejorar las condiciones generales de esas zonas.
Ahora, hay fallas en todo lo emprendido=??. Seguramente sí.
Pero las crisis en todos los sentidos, que generan serios problemas entre los habitantes, no son tanto la causa de las obras, sino de funcionarios incompetentes.
Por ejemplo, Edmundo Martínez Zaleta, director de Tránsito, ha sido incapaz, por decir lo menos, de mejorar las condiciones del tráfico intenso.
Pero hay en otras áreas, funcionarios inútiles: el coatepecano y panista Enrique Piña, en la dirección de Ecología, no ha servido para nada.
En Comercio, tampoco hay resultados positivos.
En la secretaría particular tampoco y en el departamento de quejas, a pesar de su nombre, es de las oficinas que casi siempre están vacías, no por falta de señalamientos, sino porque la gente que acude, siempre encuentra todo, menos solución, por lo que poco a poco, esa ventanilla se ha quedado sin solicitudes.
Así que las cosas en Xalapa no están mal; lo malo hasta el momento, ha sido el desempeño de algunos funcionarios, que lamentablemente están en áreas muy vitales, como las descritas.
Por lo demás, las obras como tales, tienen que generar algunas molestias. Ni modo, es el precio del progreso.

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