miércoles, 10 de marzo de 2010

Hipócritas, quienes critican los pactos secretos: Aquiles Córdova Morán.

10 de marzo de 2010

* La calidad de una alianza se mide por los efectos políticos concretos de la misma sobre la marcha histórica de una nación.


* Las alianzas izquierda-derecha “contra los cacicazgos del PRI” no pasan la prueba del ácido.


México, DF.- Como fariseísmo, así califica Aquiles Córdova Morán, líder nacional antorchista, a las diferentes opiniones políticas que en los últimos días han criticado el “pacto secreto” suscrito por los presidentes nacionales del Partido Revolucionario Institucional y de Acción Nacional. Es un “acto de audaz hipocresía pública para engañar a los futuros votantes, cubriéndose con el disfraz de enemigos insobornables de la corrupción nacional, misma de la que ellos también se benefician”.
Señala que aquellos criticos que han emanado de la clase política y desde los medios de comunicación, sólo son “una alharaca moralista y demagógica”, que no sorprenden a nadie pues, dice, es un lugar común el hecho de que todos los gobiernos o políticos del mundo han echado mano de este tipo de acuerdos en el manejo de los asuntos públicos. “Nadie, en política, puede hallarse totalmente limpio”
En su tradicional comentario semanal, el dirigente nacional antorchista arremete en contra de los que ponen el grito en el cielo por el carácter secreto del acuerdo, “prueba irrefutable, según ellos, de la perversidad e ilegitimidad del mismo”; y que al mismo tiempo, critican el contenido mismo, lo califican de ilegal y antidemocrático y, además exigen se les informe sobre qué otros asuntos, qué otros temas de la agenda nacional tienen pactados en secreto contra de los intereses nacionales.
Recuerda que dicho acuerdo suscrito entre los presidentes nacionales del PRI y del PAN, con el Secretario de Gobernación Federal como testigo de honor, ha levantado gran polvareda sobre todo en los niveles altos de la clase política. El pacto, signa el compromiso para que el PRI apruebe en sus términos la reforma económica, mientras el PAN no deberá hacer alianzas anti PRI en el Estado de México.
Destaca, en particular, la forma “enérgica” y altisonante en que se ha pronunciado el “ala izquierda” del Congreso de la Unión, a través de los coordinadores y representantes de los diputados y senadores pertenecientes a dicha corriente, a quienes cuestiona al preguntar “¿qué causa legítima, limpia moral, social y políticamente hablando (como pretenden que es la suya las izquierdas del país), puede avanzar privándose del recurso de los pactos y acuerdos secretos?”.
Por lo que se refiere al al contenido del pacto, el dirigente afirma que aunque el PAN se comprometió a no formar coaliciones anti PRI en el Estado de México, no existe delito en ello, tiene derecho y facultades para hacerlo.
Y aunque el PRI, por su parte, se comprometió a apoyar una iniciativa de ley, también tiene derecho legítimo de apoyar o rechazar lo que a su juicio convenga o perjudique sus propósitos y metas partidarias. “Al firmar el pacto, el PRI pudo haber cometido un error político contra su imagen pública, quizá infligió un daño a las clases populares, pero no cometió un delito”, ni restringió el derecho de los otros partidos para debatir, y derrotar en su caso, la iniciativa en cuestión.
Finalmente, opina que le sorprende que quienes mayor polvareda moralista están levantando con el pacto secreto, sean los mismos que están celebrando pactos públicos con sus contrarios ideológicos para derrotar al PRI en las elecciones que se avecinan.
“Parece que en su lógica, los contubernios electoreros sin principios son “buenos” cuando los hace la izquierda y, además, cuando son “públicos”, sin que importe para nada el contenido y los resultados de tales pactos”.
La calidad de una alianza, afirma, se mide por los efectos políticos en la marcha histórica de una nación. Y, bajo esa medida, las alianzas izquierda-derecha, no pasan la prueba del ácido.

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