domingo, 3 de enero de 2010

Entre Columnas


A contracorriente
Martín Quitano Martínez
mquitanom@hotmail.com
(…) Tiene razón
la paradoja existe
sin embargo, ese es el mundo por el que peleamos
y a mí no me resulta
inhabitable
Mario Benedetti (fragmento de “Habanera” Inventario
Los deseos que se escuchan en las calles con motivo del arribo del 2010, enmarcados en el ritual costumbrista de estas fechas, suenan distintos a otros escuchados en años anteriores, ya que más que una genuina creencia de que estaremos mejor, las actuales aspiraciones suenan a desesperanza, a preocupación, y no es para menos.
El arribo del año nuevo refiere celebraciones con 100 y 200 años de historia, que para millones poco dicen ó nada representan. Desde el poder oficial, se ha recogido esta cronología para festejos de amplio espectro ciudadano, para amplias mayorías que no alcanzan a interiorizar el impacto que estos históricos han tenido para sus vidas.
Olvidados desde siempre, los supuestos destinatarios de estas celebraciones no entienden la “independencia” alcanzada, cuando el mismo gobierno se subsume a políticas externas y adopta modelos importados de expoliación disfrazada. Tampoco se palpan los logros sociales de una “revolución” que más que repartir la riqueza y la tierra, dio origen a un modelo gobernante grotesco y corrupto que forjó una cultura de clientelas y vendimias, de políticas miserables que en lugar de morir se fortalecen.
En clara manifestación de ir contracorriente, me permito esperar que el año que viene no podrá ser peor al que se va; espero que sectores sociales en rebeldía con lo que ahora acontece, demanden mejoras y logren su cometido; también espero que la apatía notoria en los “ciudadanos” y ante los evidentes hechos de abandono y robo de su clase política, busquen por fin hacer valida la premisa tantas veces escuchada de que ya no nos dejamos, acompañados por banderas enarboladas por los que se dicen de izquierda progresista.
Creo que mas temprano que tarde se tendrá que dar el necesario pacto de los actores políticos y sociales para definir una ruta que busque superar los grandes conflictos y rezagos nacionales y ello por la fuerza de la movilización social, logrando entre otras cosas, un proceso de elecciones distinto a los hasta ahora vistos, donde ciudadanos organizados y comprometidos, superarán las maniobras, la utilización y compra de votos por parte de los mismos políticos de siempre, de la nueva y vieja generación de políticos que burlones leen estas líneas.
No son solo buenos e ingenuos deseos, sino la urgente necesidad de abrir espacios a un futuro alterno, pese a la indiferencia y el agotamiento de los sueños por muchos de los lectores de estas ideas, que cuenta con elementos suficientes para presagiar un recrudecimiento en la sinrazón. Es precisamente por ello que deberá ser obligatorio pensar y actuar distinto de cómo se dice serán las cosas.
De la Bitácora de la Tía Queta
La Luz, dice la Tía Queta, que pese a todas las sombras, en algún momento llegará.

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